Comer carne de Perro; la añeja tradición de los pandilleros del Barrio de San Francisquito, en Querétaro
Por Armando Guerra
Querétaro, Qro.- 24 septiembre de 2021.- La banda integrada por los pandilleros y autodenominada: “Los Ramones”, surgida en el siglo pasado en el corazón del popular Barrio de San Francisquito, era parte de una estructura de organización criminal que por mucho tiempo hizo de la antigua ciudad de Querétaro, su coto de caza.
Según datos recabados por antiguos miembros de aquella pandilla, se sabe que quienes la integraban, acostumbran celebrar sus fiestas y fechorías mediante la organización de una gran convivencia, donde el platillo fuerte era la carne de perro, perros que eran alimentados y cuidados para matarlos el mero día de las Fiestas patronales.
Sorprendentemente, cada año, “Los Ramones”, acostumbraban a matar canes y comérselos en las tradicionales fiestas del Día 20 de Noviembre, entre los cabecillas de aquella tradicional y vieja pandilla, estaban identificados como “El Mona” y “El Ringo” sujetos muy peligrosos que incursionaron en la apenas y poca delincuencia que en ese entonces existía en Querétaro.
La carne de perro, principalmente de la Raza “Rottweiller” y “Pitbull”, eras las predilectas y favoritas de los pandilleros de uno de los barrios más populares de Querétaro, como lo es San Francisquito, el cual se localiza a unos cuantos pasos de la Alameda, pues según narran antiguos pobladores de la calle 20 de Noviembre que algunos jóvenes un tiempo se dedicaron a criar perros para comérselos en las fiestas patronales.
A diferencia de las grandes organizaciones criminales, la banda de “Los Ramones” delinquía de una manera temporal y circunstancia, pues no poseían objetivos claros, además de carecer de disciplina, sus integrantes en la mayoría eran malandrines pequeños, aquellos que comúnmente buscaban dinero para comprar su pvc y su carrujo de mariguana.
Esta es pues, parte de la historia del Barrio de San Francisquito, lugar donde nació la antigua Banda de Los Ramones, una de las pandillas más peligrosas que existieron en el antiguo Querétaro y cuyos integrantes acostumbran a comer carne de perro.