Los antiguos negocios y personajes de San Juan del Río…una mirada al pasado
Por Armando Guerra
San Juan del Río, Qro.- 21 febrero de 2022.- Terminada la época revolucionaria e iniciada la paz en todo el país, en San Juan del Río a principios de los años 30as del siglo que concluyó, se disfrutaba una aparente calma y tranquilidad, la gente vivía un ambiente provinciano, el pueblo sanjuanense entonces era muy pequeño y las familias tradicionales de abolengo convivían armónicamente.
En ese entonces, el único medio de transporte que se utilizaba era a través de tranvías de tracción animal (mulas), cuya ruta cubrían “Estación del Ferrocarril vía Portal del Diezmo”, transporte que fue primeramente propiedad de Don Antonio Gallón y del Ingeniero Ignacio de la Peña y Ramírez y finalmente de Don Severiano Ayala (Expresidente municipal).
Después vendrían las llamadas carretas y famosas “diligencias”, poco a poco estas fueron sustituidas por modernos autos de aquella época, pues apenas recuerdan varios pobladores la gran expectación que causó, cuando comenzaron a circular por las angostas calles de nuestra ciudad los primeros autos que fueron traídos por don Ignacio Camacho, Don Bernardo Rodríguez, Don Luz Ramírez, Celedonio Valdez, Agustín Jiménez y Don Crescencio Martínez.
Años mas tarde la gente ya podía utilizar los primeros taxis que eran maniobrados por los ruleteros mas conocidos de la ciudad y que fueron Don Amado Helguera, Don J. Luz Ramírez, Don Rosario Pérez, José y Juvenal Uribe y mucho tiempo después por Bernardo Ángeles, Maximiano Morales, Juanito Ortiz y Don Ismael Zetina, tío de los doctores Rojas Zetina.
Eran tiempos aquellos de aire puro, de cielo azul y luz brillante, ya que los enormes huertos daban jugosas y suculentas frutas, como aguacates, chirimoyas, uvas, naranjas, guayabas, nueces, etc, luego entonces resplandecían las famosas Huertas de la Viña de Los Ugalde y la Huerta Grande de la familia Layseca Yarza localizadas a las orillas del emblemático río San Juan, aquellas huertas eran el espacio y lugar propicio para el esparcimiento y diversión de los niños del pueblo y de aquella época el Paseo por el rio era costumbre de las antiguas familias sanjuanenses.
Los antiguos pobladores se arremolinaban frente al Portal del Diezmo, para esperar “El Rápido” para que los llevara fuera de la ciudad, pues en este lugar estaban localizadas las taquillas de las líneas transportistas que ofrecían corrida como “La Flecha Roja” y “La Estrella Blanca”, pues en esa época un costado del Templo del Sacromonte (hoy Santuario), se vivió una importante actividad mercader.
Los visitantes de aquel viejo San Juan pasaban a comer al tradicional restaurante “La Bilbaína”, perteneciente a una emigrante española de nombre Maricarmen Henales, pero también existían otros comedores lujosos como “El Prado”, mientras que la gente del pueblo se iba a comer a “El Tragadero” que estaba en la calle de Allende, los más pobres disfrutaban de los suculentos tacos de Doña Cleofas ahí en la calle 27 de septiembre. Después aparecerían los suculentos tacos de bistec “Bip Bip” allá en la avenida, luego en Morelos y ahora en colonia Las Huertas.
El nuevo y moderno fraccionamiento Los Naranjos mandado a construir al norte de la ciudad por el único empresario del pueblo Don Francisco Salas León mostraba su majestuosidad al ver aquellas lujosas casas con amplias habitaciones modernas, con jardines y “garage” como se les decía copiando la palabra norteamericana a los lugares donde se tenía espacio para varios autos.
La sociedad sanjuanense disfrutaba de la vida, sobre todo la nocturna que era muy animada; para los mas “nice” estaba lo que fue la Empacadora Tepeyac (lo que antes era Canon Mills), ahí se organizaban los bailes de los más adinerados, llegaron aquí en este lugar a tocar las orquestas mas conocidas del momento como la de Luis Alcaraz o la Sonora Santanera. Entonces los bailes populares de feria se hacían en unas bodegas que existían en la llamada nueva zona industrial, ahí por donde ahora está la empresa PPG en Paseo Central.
Mientras el populacho se divertía en el famoso “Río Rita” localizado en la antigua calle del Coporo en plena zona de tolerancia, tiempos aquellos en que se hicieron famosas aquí Las Poquianchis; otros borrachines se iban al “Foco Rojo” de la calle Álvaro Obregón a las orillas de la ciudad, los más jóvenes y reventados se iban a bailar a “La Casona” de Juan José Ugalde que estaba ubicada en pleno Jardín Independencia, otros los mas destrampados se iban al centro nocturno “La Escondida” de Doña Irma Villa, los mas se iban a los Billares de Los Martínez, después abrirían sus puertas negocios desveladores como “Caoba Disco” y la conocida “Amadeus”.
Los turistas se hospedaban en los únicos hoteles que existían en San Juan y que eran el Hotel “Layseca” y “El Rioja” éste propiedad de “Don Filito”, localizado en la calle de Guerrero, existían además “El Mesón” de Don Wilfredo Cabello en plaza Morelos esquina con Rayón, luego Don Rodrigo Puga creó el Hotel San Juan”, nuestros visitantes admiraban y compraban artesanías en el local de la señora Cuca Puga negocios que se ubicaban donde ahora es el Restaurante Portal de Reyes.
Los amantes del Dios Baco se iban a beber y tomar la copa a la mas antigua cantina de la ciudad “El Casino” del señor González y “La Covacha” del señor Soto que operaba en varios locales donde se encuentra el mismo Portal de Reyes o bien se iban a La Palanca de Don Gilberto Cabrera, otros preferían “La Madrileña” de Don Restituto Rodríguez González o “La India” de Doña Virginia Gonzaga de Velázquez , no faltaba los rancheros de las comunidades que bajaban a la ciudad para ir a echarse una cerveza a la cervecería de Don Mateo Pérez que abría muy temprano en La Plazuela y que después se cambió al callejón de la calle de Nicolás Bravo.
Los escaparates de los negocios mostraban pomposamente sus productos, por ejemplo Don Restituto Rodríguez atendía celosamente su negocio “El Lazo Mercantil”, donde vendía de todo, tampoco se quedaba atrás “La Colmena” de Don Manuel Prieto, otros optaban por comprarle a Don Lucino García en super “El Progreso”, que estaba en 16 de septiembre esquina con Ruiz Olloqui, mientras que los mas pobres acostumbran irse de compras a “La Luz del Dia” de Don Daniel Trejo que se ubica a un costado de la Parroquia.
Conforme pasaban los años, fueron abriendo sus puertas nuevas y modernas tiendas y “supers” como “El Juguete” de Don Pepe Ugalde, “La Providencia” de Los Ugalde, “El Layber” de Don Pepe Layseca, Ferretería “La Unión” de Don Pancho Herrera, “La Sevillana” del gachupín y español José Landeras, “El Super Mohel” de los Hermanos Morales, “El Granero” de Los San Martin.
Las familias de la alta sociedad sanjuanense se iban de compras a la tienda de regalos “Capri” de Don David Lamadrid, mientras que las mujeres de la alta alcurnia se vestían con las más modernas prendas de ropa de vestir en “Tienda Mónaco”, inicialmente propiedad de la Familia Henales y después adquirida por la señora Isabel Morales.
Para ir a la panadería, no era como visitar la que tenía Don Tereso Tovar llamada “El Sol Divino” localizada en la avenida Juárez o bien ir a comprar pan calientito a la panadería “San Antonio “del señor Valencia allá por el mercado Reforma.
Para mitigar la sed, no había como los refrescos “Orange Crush”, cuya concesión explotaba bajo el nombre de “Embotelladora La Purisma” de Don Juan y Virginia Higuera allá por la esquina de 16 y 27 de septiembre.
Los enfermos iban a comprar su medicamentos a la “Botica de Jesús”, “La Guadalupana”, “La Regina” todas ellas cuyos propietarios eran los hermanos Reynaldo Peña, de Don Cándido Pérez y del ex presidente municipal Don Ernesto Callejas.
Con aprecio y estimación dedico este presente reportaje a mi gente, a mi tierra y a todos los nuevos ciudadanos que han venido a habitar al nuevo San Juan del Río…CONTINUARÁ)….